Que bonito caballero, que bonita chingadera...

Hay malestar al interior, desconcierto y otros ingredientes que no le dan buen sabor al caldo.

Ayer supe que no me gustaría y al pasar el rato lo asegure, -no me gusta esto-.

Fue difícil conciliar el sueño, las ideas volaban sobre mi cama y tanto ruido no me dejaba dormir, aparte de asustar al sueño que estaba a lo lejos escondido, tratando se no ser descubierto.

Me acerque sigilosamente a él, lo amarre y lo llevé donde yo estaba, lo obligue a estar conmigo hasta el amanecer y su partida me hizo saber que era hora de ver el espejo y saber que si, NO mentí, no me gusto el final del acto anterior.

Bonita chingadera, y si que bonita, dulce amargo que al final rechina en los dientes,

Preparemos un mal momento. Ande animese y prepare a la par mia.
Tome nota de los ingredientes:
Mal gusto.
Un poco de alcohol (al gusto)
Un paso en falso y sumele todo eso que no le gusta y lo que si.
Algo de remordimiento.
Malviajese un poco y dejelo reposar toda la noche.
Al amanecer verá que su entorno apesta a mal gusto.

Ese aroma se habrá colado a sus pensamientos, animo y todo eso que pueda acecharle hasta marearle y provocarle nauseas para terminar en lo inevitable. - Imposible ser modelo si vomitar es requisito!

Disfrute la receta y dejeme a mi seguir pensando.

Nota: el bonito caballero no existio, pero hay que ponerle emocion al pedo.

ZELo incoherente.