lunes, 17 de septiembre de 2007

El hueco que lleno adentro.


* Eso que no se dice, no se dice por lealtad a las promesas.

* Es la coherencia la que manda y no la esperanza.

* Una cosa no puedo brincar y eso que no brinco me salta y lo que me salta me hace tropezar.

* Es abrir lo ojos y no querer volverme a dormir.

* Es sentir el coraje de tener asientos de primera fila y estar ciego.

* Es mucho y nada lo que se dice.

* Es la sonrisa que no se quería dar.

* Es ser el mejor y ser no ser bueno.

* Es correr en agua.

* El regalo perfecto que no te queda.

* Es al final, nada.


ZELo daño mental.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

naaaaa, ponte a jalar

Juan K Manei dijo...

dime una cosa, el título está bien? Y bueno, lo que yo digo es que al final, no es nada, solo que no has podido quitarle la malla al espejo, cuando lo hagas, cuando puedas ver el brillo de tu mirada (el que yo puedo ver, no ese que dices tener) entonces me entenderás, y también, aunque vueles, vivirás, por fin, lo que hace mucho tendrías que haber vivido.