El color

Ayer me pidieron que balbuceara unas cuantas palabras sobre mi experiencia en el diseño y con el color, en mi vida laboral, para un programa de radio en una emisora local de Torres.

Y esa pregunta definitivamente me la he hecho muchas veces y aunque no me la he preguntado algunas, termina la vida misma por responderme.

Siempre digo que amo hacer lo que hago y que si pagarán mejor el diseño sería el trabajo perfecto... mira que diseñar es tan placentero que resulta indescriptible en palabras mortales, por eso aquí está un ejemplo:

Es como si usted es la vecina mas chismosa de la vecindad y un día al salir de esta, se topa a la vecina del 5 (vecina que ud odia con todo su odio, por su belleza, popularidad, entre otras cosas que la devoran por dentro, al verla a ella por fuera) y la descubre en semejante situación incomoda, comprometedora y pos demás digna de comentarse no solo con la vecindad entera sino que bien se merece una junta de manzana por el solo regocijo de contar dicha aventura....tremendo chisme, ese placer es comparable a diseñar.

Diseñar es fabuloso, es extrañable, es odiable, es frustante, satisfactorio, enorgullecedor, es motivo de alegría y un sin fin de emociones que se ponen como aretes las letras y como atuendo el color.

El color es el juguete que de niño no tuve y siempre quise, es el regalo preciado, es mi tercer apellido y mi prometida, es mi escudo, es mi emblema, es aquello que respeto.

El color al igual que las tipografías, son fabulosos como elementos, digamos los principales de la composición, apoyan o destruyen todo, son un arma que como toda arma, mal usada es letal.

El color es como el ajonjolí, se puede poner en todos lo moles pero hay que saber cuanto donde y por que ponerlo.

Amar el color es algo que igual no todos lo entienden, pero yo si y eso me basta.

Las tipografías son mi delirio.... pero les dedicare otro post.

ZELo y la Maestra Ximena en el mismo vestido.